La haptonomÍa es una ciencia fenomenológica que investiga el mundo de la afectividad humana. Qué es la afectividad? Cómo se relaciona con la esfera mental y emocional? Cómo afecta a nuestra corporeidad el hecho de sentirnos en seguridad afectiva o de sentirnos, al contrario, vulnerables? Se trata entonces de un acercamiento global y afectivo a la persona, más que de una terapia corporal, aunque implique un contacto táctil. La haptonomía perinatal se dedica a acompañar el inicio de la vida. Otorga gran importancia a las experiencias vividas en el útero materno donde el niño constituye sus primeras memorias y toma en gran consideración el ambiente psico-afectivo en donde estas experiencias son vividas. El dolor en el parto por su extraordinaria intensidad y especificidad despierta a menudo emociones contradictorias en las madres y en los padres junto con miedos y recuerdos, a veces escondidos durante años. El contexto habitual que rodea el nacimiento es aún hipermedicalizado y tecnificado, desafortunadamente muy poco afectivo. Por todo ello puede suceder que las madres respondan al dolor retirándose en su mundo interior o, por lo contrario, huyendo de sí mismas, fuera de sí. Nuestro trabajo durante el parto está profundamente basado en la devolución de la “seguridad de base” y la confirmación afectiva de la madre, el padre y el niño que pronto nacerá para que pueda restablecerse la relación amorosa entre los tres, tan necesaria para que el pequeño pueda colaborar a su nacimiento como sujeto activo y para que la madre pueda poner en su cuerpo el amor que abre, guía y acompaña desde su interior el nacimiento del hijo. Es difícil imaginar la dulzura, la profundidad y la sutileza de los intercambios entre padres e hijo durante un acompañamiento haptonómico en el embarazo y cómo éstos fundan las bases para un nacimiento saludable, bien vivido y menos doloroso. Llevando la ternura allí donde están las manos del padre, los tejidos cambian de consistencia, se ablandan, lo que era rígido se suelta, lo que estaba cerrado se abre, lo que dolía ya no duele tanto. Existen muchos gestos, muchos contactos posibles en haptonomía: gestos que los padres van aprendiendo durante los encuentros con la comadrona o con el ginecólogo que realiza el acompañamiento haptonómico. Los padres experimentan, sienten, descubren, adquieren maneras para llevar el sentimiento al cuerpo o al espacio que les rodea, prolongándose afectivamente el uno en el otro e integrando los objetos y las personas que participan en el evento del parto. Todo esto devuelve una gran seguridad, aporta alivio, calor y sobretodo un envoltorio afectivo en los momentos más críticos del trabajo de parto o del periodo expulsivo. Pero la haptonomía no termina con el nacimiento. Pone especial atención a los primeros momentos de vida extrauterina. Sabe que el recién nacido es alguien que viene de pasar de un estado a otro con todo lo que eso puede traer de emociones y de sensaciones fuertes. Todo lo afecta y todo es potencialmente amenazante. Viene de un mundo líquido, caliente, oscuro, cerrado en el que solía moverse libremente, donde no conocía ni el hambre ni el dolor de panza. El recién nacido fuera del vientre materno es en primer lugar alguien que ha perdido su libertad de movimiento, que se encuentra separado de la madre, sin ser todavía ni autónomo ni independiente. Para que pueda entrar en la vida con una dinámica propia, en niño tiene que poder establecer referencias entre su pasado y su presente. Es esencial que el recién nacido pueda sentirse en seguridad afectiva para hacer un “inventario sensorial”, una clasificación de lo que se perdió, de lo que es nuevo y de lo que le queda, así que sostenido en su base por los padres, apoyado en el regazo materno hace el inventario para llegar a esta conclusión indispensable “Son ellos; entonces soy yo”. Si es fuerte en esta certeza, podrá ir hacia delante sin nostalgia, dejando atrás el feto que fue El acompañamiento haptonómico comienza en el primer trimestre y sigue hasta que el niño empiece la marcha, que en haptonomía se llama “la revolución bípeda”, ya que pasar del suelo a la verticalidad es una verdadera revolución que da la bienvenida al niño en el mundo de los que caminan sobre dos patas, con todo el inmenso conjunto de ventajas y responsabilidades que esto implica. En nuestro centro, Arianna Bonato, ginecóloga y homeópata, ofrece acompañamiento haptonómico durante la gestación. La haptonomía puede ser útil para preparar la llegada de un bebé cuando la pareja está en búsqueda de un embarazo y también en mujeres que necesiten volver tener contacto íntimo y afectivo con su cuerpo y su femeneidad.